Lo bueno de tener un amigo que trabaja de proyeccionista en un cine, lo digo por mis amigos, es que durante los casi 4 años que he estado trabajando en el cine, mis amigos han ahorrado bastante dinero, pues ninguno de ellos en este tiempo han pagado una entrada de cine. Al contar esto parece que recrimino a mis amigos, como si solo lo fueran por entrar gratis en el cine, pero no es así, cuando se pone la última sesión en un cine, la taquillera, portero y ambigú (barra de palomitas) limpian y se van, quedándome yo solo para esperar 2 horas aproximadamente que terminen las películas, recogerlas, apagar todo y cerrar, la hora del cierre suele ser sobre las 2:30 de la madrugada (maldita sesión golfa) y la verdad que jode bastante, quedarte tanto tiempo solo sin nada que hacer y es cuando aparecen los amigos de verdad, a los que yo llamo hermanos. Los cuales cuando un sábado hemos quedado para salir y me tocaba trabajar hasta las 2:30, son capaces de aparecer con el botellón en el cine y bebernos unas copas mientras vemos la película que queramos, para qué a posteriori, cuando recoja todo nos vallamos y sigamos la fiesta. Esta entrada quiero dedicársela a mis colegas y hermanos que son lo único que me faltan aquí.
me siento orgullosa de poder haber compartido algunos de esos momentos contigo...gracias a ti he aprendio la otra parte del cine y mola ver no solo la pelicula desde tu butaca...sino desde el otro lado...eso si..la hora del cierre un miedo que lo flipas con tantos ruiditos xD un besazo enorme!!
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