En Diciembre de 2008, a mi jefe se le ocurrió abrir el cine el día 24 y 31 de Diciembre y os imagináis a quien le toco trabajar pues al señor Rico.
Recuerdo que abrimos a las 16:00 y la última película era a las 20:30, el horario en principio no era malo, pero había que tener en cuenta que la película de las 20:30 era las crónicas de Narnia, la cual duraba 3 horas así que acabaría de trabajar sobre las 23:30 y cuando llegara a mi casa serian mas o menos las 00:00 y no quedarían en la mesa ni las cáscaras de las gambas.
Abrimos a las 16:00, una taquillera, otra compañera en las palomitas y yo en la cabina, como era de esperar no apareció nadie en todo el día por el cine, hasta las ocho que a un capullo se le ocurrió ir a ver las crónicas de Narnia a la última sesión.
Así que ese 24 de Diciembre en vez de cenar gambas, cene palomitas de maíz, acompañado de una sola persona en una sala de cine con aforo para 200 personas, que para que me jodiera un poco más a la media hora comenzó a roncar.